«Todo empieza cuando aterrizas a 9000 kilómetros de tu hogar. Un taxista con el que tendrás que pactar previamente el precio de la carrera te advierte que allí, todo se negocia.
De repente, crees haber retrocedido en el tiempo y durante unas semanas vuelves a tu infancia viviendo en pueblos con caminos a medio asfaltar, donde las casas nunca cierran la puerta por las noches y donde el grito del gallo es el despertador de cada mañana.
Aquí las redes sociales están en la calle. Son las personas y no la pantalla de un smartphone. Los mediodías y las veladas transcurren en torno a una baraja de cartas y unos acordes musicales mientras los más pequeños juegan prácticamente desnudos por la calle.
Días después, cuando la aventura acaba, no podrás evitar esbozar una sonrisa desde el asiento de tu avión en La Habana recordando con nostalgia tiempos pasados. Un tiempo que ya no volverá…»
22 de agosto de 2019
Bruno
(Microrrelato escrito por Bruno el cual quedó finalista en el concurso de microrrelatos de 2019 de nuestra localidad.)
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