Había una vez una pequeña y pintoresca ciudad al norte de Alemania llamada Hamelín. Sus habitantes vivían tranquilamente hasta que un día la ciudad se vio atacada por una terrible plaga: ¡Hamelín estaba lleno de ratas! Los habitantes vivían desesperados hasta que apareció el famoso flautista que a cambio de 1.000 florines acordó con el Alcalde acabar con todas ellas. Así fue como el flautista empezó a tocar la flauta y las ratas extasiadas lo siguieron hasta el rio Weser donde se ahogaron. Una vez librados de la plaga, el Alcalde no quiso pagar al flautista lo acordado y el final del cuento, pues creo que me lo ahorro, ¿no creéis?

Y así fue como el Viaje de los Elefantes embelesados por el sonido de una lejana flauta llegaron a la ciudad de Hamelín para conocer esta historia de primera mano.

Hamelín, una preciosa e interesante ciudad que ha sabido aprovechar el filón de la pluma de los Grimm, está llena de guiños al famoso cuento. Xavi y Àlex se lo pasaron de fábula siguiendo el rastro de las ratas a través de las baldosas del suelo por el centro histórico de la ciudad y que llegan a distintos atractivos relacionados con el cuento.

Merece la pena estar puntual a las 12 a.m en el campanario de la plaza central donde diariamente se realiza una representación del cuento a través de figuras mecánicas que salen de la fachada al son de una bonita música.

Pero si tenéis la suerte de visitar Hamelín durante los meses de mayo y septiembre a esta misma hora y en la misma plaza empieza una representación en vivo del cuento que recorre todo el casco antiguo durante 30 minutos.

Podéis leer nuestra aventura al completo en La Ruta de los Cuentos de Hadas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Otros artículos que podrían interesarte...