Visitar los famosos mercadillos tradicionales árabes, los zocos, se convierte en uno de los principales atractivos para los visitantes. Adentrarse por sus caóticas y laberínticas callejuelas repletas hasta el milímetro de tiendas y productos es el escaparate perfecto desde donde los tenderos realizan el arte de vender, y tienen la capacidad de conseguir que rápidamente te conviertas en su víctima si te paras 0,01 milisegundos a mirar un producto. Caótico sí, pero vibrante y adictivo.
El regateo es parte de la cultura árabe, así que si realmente deseas comprar en un zoco y no sabes regatear, olvídate. Eso es un arte que pocos dominan.
También hay que tener en cuenta que si quieres comprar algún recuerdo de calidad, los zocos no son en su mayoría el lugar apropiado. Antiguamente estos mercadillos estaban distribuidos por gremios y se podían encontrar buenos artículos, pero hoy con la fiebre del souvenir “bueno, bonito y barato”, la calidad de los productos deja mucho que desear. Ni todo lo que parece piel es piel, ni todo lo que brilla es plata bereber, ni todo lo que parece autóctono está hecho en el mismo país (cuidado con el made in China), y por supuesto, ni todo lo que parece barato lo es tanto. Así que lee bien esto:
Consejos antes de adentrarte en un zoco
- Mantén la calma, respira profundo y ármate de paciencia.
- Cuando un tendero te invite a entrar en su puesto, nunca lo hagas si no es para comprar y mucho menos cojas el producto que te dé para echarle un vistazo. Si lo haces, no habrá superficie disponible en la tienda para poder dejar el objeto y mientras lo tengas en las manos y vas buscando hueco para dejarlo (que es misión imposible) al tendero le dará tiempo a torturarte con todos los productos de la tienda.
- Ten claro lo que vas a comprar, si los tenderos ven que dudas, estás perdido.
- Firmeza y determinación a la hora de empezar una negociación, pero siempre con respeto.
- Nunca pagues el primer precio que te dicen.
- El precio de salida que va a determinar el tendero se va a ver influido por aspectos como el modo en que vas vestido, tu acento, la determinación con que rechaces su oferta y con el interés que muestras en el producto. Normalmente suele ser el doble de lo que está dispuesto a aceptar, así que empieza por regatear por mucho menos de esa mitad.
- Una vez cerrado el trato paga con dinero en efectivo: allí no se puede pagar con tarjeta y tampoco es que vayamos a encontrar muchos cajeros automáticos. Es recomendable no llevar carteras abultadas, por lo que es mejor dividir el dinero en varias partes.
- Si no estás interesado no tengas miedo en decir alto y claro que NO y por supuesto no empieces una negociación si realmente no estás interesado en el producto.
Esto lo aprendí durante mi viaje de una semana por Túnez, un país fascinante y que vale la pena visitar. Puedes saber más leyendo nuestro diario de viaje desde este ENLACE.
Esperamos que estos consejos te resulten útiles para sobrevivir en estos famosos mercadillos, sin duda, los más vibrantes del mundo árabe.
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