¿Dónde os gustaría estar en estos momentos? Tal vez en un entorno natural donde alejarse de la rutina, desconectar y disfrutar de naturaleza en estado puro, un lugar donde encontrarse con cascadas, riachuelos, saltos de agua, grutas… ¡Pues estáis de suerte amigas y amigos! Porque os vamos a contar uno de los secretos mejor guardados de Aragón: El Monasterio de Piedra.
Situado en la población de Nuévalos, este entorno natural ideal para visitar con niños, se encuentra a una hora y media de distancia de Zaragoza. Llegar hasta él es relativamente fácil a la vez que enrevesado, pero sin lugar a dudas merece la pena pasar uno o dos días en este magnífico lugar considerado uno de los parajes más espectaculares de Europa.
Continuamos…
Introducción
Corría el año 1186 cuando el Rey Alfonso II de Aragón y su esposa, Sancha de Castilla, donaron a los monjes de Poblet el castillo de Piedra donde fundar un monasterio cisterciense. Después de varios años de preparativos, en 1194, 12 monjes y un Abad se establecieron junto al río Piedra en un monasterio provisional, Piedra Vieja, construido en madera y adobe. El monasterio actual, Piedra Nueva, del que os hablaremos a continuación, fue la cuarta y definitiva ubicación de la Abadía. Empezó a construirse en 1203 y fue ocupado por los monjes en 1218. El viaje de los elefantes no quería perderse los 800 años de esta efemérides y visitamos nuevamente este maravilloso lugar en 2018.
El Monasterio
Declarado Bien de Interés Cultural, ha sido testigo de excepción de la historia de nuestro país. En la actualidad, la iglesia se encuentra en ruinas a consecuencia de los años de abandono que, en el siglo XIX, sufrieron los edificios tras la Desamortización. Pues, hay que decir que Piedra ha conocido tres procesos desamortizadores, hasta que finalmente el Decreto de Mendizábal en 1835 significó el fin definitivo de la comunidad de Piedra. Los bienes y edificios fueron subastados.
En 1844, Juan Federico Muntadas, nuevo propietario de Piedra transformó la huerta en un jardín paisajista y el Monasterio en un Hotel Spa. Añadió también la construcción de una piscifactoría, pionera en España, que se puede visitar durante el recorrido al Parque que os contaremos a continuación, pero antes…
¿Queréis saber algo realmente curioso? Pues el Monasterio de Piedra es la cuna del chocolate en Europa. En sus cocinas se probó por primera vez este manjar a manos de D. Antonio de Álvaro (abad del Monasterio), que recibió el cacao y la receta remitidos por el monje Cister Fray Jerónimo de Aguilar, quien acompañó a Hernán Cortés en su viaje a México. Y hoy, en el mismo monasterio, se pueden visitar dos exposiciones bastante interesantes: una dedicada a la fabricación del propio chocolate y otra vinícola con vinos D.O. Calatayud.
El Parque
El Parque es sin duda el mayor atractivo de este lugar. Anexado al Monasterio y escondido entre las abruptas sierras, recorrer este vergel os ofrecerá una de las experiencias más gratificantes que se puedan encontrar, un recorrido insólito en torno al agua, cascadas y grutas.
Declarado Paisaje Pintoresco Nacional desde 1945, el Parque acoge densos bosques de ribera en uno de los ecosistemas de mayor riqueza biológica, donde se encuentran muchas especies de animales, árboles gigantescos y gran variedad de plantas en un espacio relativamente reducido, pudiéndose recorrer tranquilamente en 2-3 horas. Destacamos el lago del espejo y la gruta iris.
Si visitáis el parque entre primavera y otoño, podréis disfrutar de una exhibición de vuelo de aves rapaces criadas en cautividad. Esta demostración viene dada a que en la época medieval, periodo al que pertenece el Monasterio de Piedra (siglo XII), el arte de la cetrería vivió su momento más dorado. Practicarla entonces se convirtió en un signo de nobleza en Europa y cualquier caballero que se preciase debía conocer estas técnicas.
¿Dónde comer?
En el Monasterio de Piedra hay dos restaurantes para poder disfrutar de la gastronomía regional. Mientras que uno es a la carta, el otro tiene un menú que ronda los 15 euros y se come bastante bien. Os recomendamos probar la trucha del río piedra, plato típico de la zona el cual está riquísimo.
Fuera del restaurante también hay una zona de juegos en la que los niños pueden divertirse tras la visita al parque.
¿Dónde dormir?
Como comentado anteriormente, os podéis alojar en el mismo Monasterio. Aunque, si vuestro presupuesto es más ajustado (como el nuestro), otra opción es hospedarse en los distintos alojamientos del pueblo de Nuévalos, situado a 3 Km de distancia. Hay que reservar con antelación ya que no hay mucha oferta hotelera en el pueblo.
Te recomendamos
Si os gusta disfrutar de los contrastes que ofrece la naturaleza, tal vez os resulte más gratificante si organizáis la visita en periodo otoñal. Un buen plan es realizar esta escapada durante un fin de semana o puente largo, ya que la podéis complementar visitando Zaragoza o Teruel. Nosotros escogimos esta segunda opción, tal y como os contamos en nuestro artículo:
https://elviajedeloselefantesbeta.com/que-ver-en-teruel-en-dos-dias-con-ninos/
Merece la pena comprar las entradas online. La de adultos sale por 14,40 euros, la de niños hasta 11 años por 9,90 euros y menores de 3 años gratis (precios 2018). Comprar la entrada allí mismo os costará 2 euros más por entrada, además de tener que realizar la cola pertinente. El recorrido del parque no está adaptado al 100% para sillas de paseo, por lo que habrá tramos en los que tengáis que plegar el carrito. Si os interesa conocer a fondo la historia del lugar, también se pueden realizar visitas guiadas al Monasterio, consultad horarios en la misma taquilla o en la página web del parque.
Y ya sí, finalizamos este artículo volviendo a recomendar la visita a este maravilloso lugar… ya nos contaréis.
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