A veces los lugares más impresionantes están envueltos de las historias más bonitas y fantásticas. Esto ocurre hoy en día con la leyenda de la fundación del templo Wat Phra That Doi Suthep, la cual se enseña en todas las escuelas de Chiang Mai.
Cuenta la leyenda que allá por el siglo XIV, el monje Sumanathera que venía de la ciudad de Sukhothai tuvo un sueño. En este sueño vio que tenía que dirigirse hasta Pang Cha para buscar y encontrar una reliquia del mismísimo Buda, concretamente un hueso de su hombro. Esta reliquia poseía poderes mágicos ya que era capaz de desaparecer y moverse por sí misma.
Cuando encontró la reliquia, Sumanathera se la llevó al rey Un Naone y una vez allí ésta se partió en dos pedazos. Al comprobar que la reliquia no poseía ningún poder mágico, Un Naone colocó el trozo más grande y bonito en la espalda de un precioso elefante blanco, liberando de este modo al paquidermo para que viviera libre por la selva.
El elefante subió hasta la cima de la montaña Doi Suthep donde se detuvo y trompeteó tres veces para justo caer muerto. Desde ese momento aquella montaña se convirtió en un lugar sagrado y por ese motivo el rey ordenó construir un templo, llamado Wat Phra That Doi Suthep.
Cuenta además la leyenda, que dentro del enorme chedi dorada del templo se encuentra la reliquia de Buda. Con reliquia o sin ella, para llegar hasta el lugar donde cayó el famoso elefante blanco tendréis que subir los 309 escalones custodiados por las colas de dos dragones.
Solo entonces y habiendo llegado a la cima, podréis conocer el maravilloso templo dorado de Chiang Mai y encontraros con la estatua del elefante blanco que preside la entrada.
¿Os atrevéis a subir?
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