“Rapunzel, niña hechicera, deja caer tu larga cabellera”, le decía el príncipe a Rapunzel mientras permanecía encerrada en lo alto de una torre por la malvada bruja. Así que la joven tiraba por la ventana su larga trenza y el príncipe trepaba por ella hasta llegar a lo alto junto a su amada. Hasta que un día la bruja descubrió estos encuentros y… ya sabéis el desenlace.
Y tras mucho buscar, finalmente El Viaje de los elefantes encontró la torre y la trenza en el municipio de Trendelburg, en el distrito de Kassel (Alemania).
Este lugar fue la inspiración de los Hermanos Grimm para escribir su famoso cuento. Hoy en día la torre es visitable por dentro previo pago de 5 euros por persona. Se asciende por una prieta escalera de caracol hasta lo alto y desde donde se adquieren unas esplendidas vistas del bosque de Reinhardswald y de la divertida trenza dorada que cuelga de ella.
Anexo a la torre hay un hotel-restaurante y una pequeña construcción con habitaciones ubicada en el patio para alojarse. ¡Y este fue el regalo para nuestros dos elefantitos! Nos alojamos en la más alta habitación y entramos a formar parte de este cuento de hadas.
Pasear por sus alrededores, recorrer el foso entre pasarelas, subir a la torre (gratuita por ser huéspedes), visitar las mazmorras ambientadas, admirar las vistas hacia el bosque desde el castillo, cenar en su restaurante medieval, tomar un aperitivo en el relajante patio o utilizar la sauna para relajarnos del largo viaje, fue toda una experiencia para nuestros elefantitos y una buena forma de realizar un alto en nuestro camino de cuento.
En periodo estival se realizan representaciones del cuento. Nosotros decidimos asistir a la representación de la Bella Durmiente, ya que se realizaba a la misma hora y los dos castillos se encuentran muy cerca el uno del otro. En nuestro cuento La versión original de la Bella Durmiente os lo contamos todo.
Podéis leer nuestra aventura al completo en La ruta de los cuentos de hadas.
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