Durante nuestro viaje por Estonia, Letonia y Lituania pasamos dos días en la capital de Letonia, Riga. Esta ciudad es la más grande de los tres países y tuvimos la suerte de conocerla durante dos días. Declarado su centro histórico como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es una de las capitales europeas más increíbles y desconocidas. Te vamos a contar las 12 cosas que ver y hacer en Riga.
Índice
- 1 CATEDRAL ORTODOXA DE RIGA
- 2 MONUMENTO A LA LIBERTAD
- 3 EDIFICIO DEL PEQUEÑO GREMIO
- 4 LA CASA DE LOS GATOS
- 5 IGLESIA DE SAN PEDRO
- 6 PLAZA DEL AYUNTAMIENTO
- 7
- 8 MUSEO DE LA OCUPACIÓN LETONA
- 9 COMER EN ALGUNA DE LAS TERRAZAS DEL CENTRO HISTÓRICO
- 10 LOS TRES HERMANOS
- 11 EL PARLAMENTO DE LETONIA
- 12 LA PUERTA SUECA
- 13 EL PARQUE BASTEJKALNS
CATEDRAL ORTODOXA DE RIGA
El primer gran edificio de Riga es su catedral ortodoxa. Construida entre 1876 y 1884 empezó siendo ortodoxa para la comunidad rusa, aunque tras la 1a Guerra Mundial estuvo un tiempo siendo luterana. Volvió a ser templo ortodoxo en 1921 para pasar a ser luego utilizado como edificio alternativo (salón de conferencias, planetario, etc.) durante la ocupación soviética, algo que pasó con todos los edificios de culto. Hoy en día vuelve a ser catedral ortodoxa y se está recuperando y restaurando todo lo destrozado.
MONUMENTO A LA LIBERTAD
Siguiendo el camino en busca de la calle principal, nos encontramos con el Monumento a la Libertad. Sus 42 imponentes metros le hacen inconfundible desde lo lejos. Construido en 1935, fue símbolo de la independencia letona hasta que durante la ocupación fue prohibido dejar allí flores. El monumento está rematado en lo alto con una figura femenina conocida como Milda y que alza tres estrellas doradas en representación de las tres regiones culturales del país: Kurzeme, Vidzeme y Latgale.
EDIFICIO DEL PEQUEÑO GREMIO
En el mismo centro histórico se encuentra el Pequeño Gremio. Menos poderoso que el Gran Gremio de la ciudad, el Pequeño Gremio intentaba abrirse camino promoviendo el mercadeo con los artesanos alemanes de la época. Su edificio es uno de los más llamativos.
LA CASA DE LOS GATOS
Justo en el cruce de la calle donde se encuentra el Pequeño Gremio, hemos podido ver uno de los emblemas de Riga. La casa de los Gatos. Un edificio de Art Nouveau muy popular por sus estatuas de gatos en el tejado. Cuenta la leyenda que antes de la I Guerra Mundial el propietario de este edificio fue rechazado en el Gran Gremio por ser letón (esta sociedad estaba reservada a los artesanos alemanes). Como represalia colocó sobre el tejado de su casa las figuras de dos gatos negros con el lomo encrespado y la cola levantada mirando a la sede del gremio. Finalmente tras una batalla legal el mercader entró en el gremio y los cambió de posición. Hoy en día es el símbolo de Riga.
IGLESIA DE SAN PEDRO
Nuestro siguiente pequeño alto en el camino ha sido la Iglesia de San Pedro. Templo mencionado ya en 1209, luterana en 1523 e incendiada en 1721. Su última reconstrucción del capitel data de 1973. Destacan su pórticos barrocos de piedra y una estatua que llama la atención. La de los famosos músicos de Bremen, ese grupo de cuento formada por 4 animales. ¡¡A Xavi le ha encantado hacerse una foto con ellos!!
PLAZA DEL AYUNTAMIENTO
La plaza, a pesar de no ser demasiado grande tiene un gran encanto y en ella destaca la famosa Casa de las Cabezas Negras. Se construyó en 1334 como sede de los gremios de la ciudad aunque con el tiempo «Las Cabezas Negras», una asociación de comerciantes extranjeros, fue su único inquilino. A Las Cabezas Negras se les conocía por sus fiestas. Esta asociación se disolvió cuando Hitler solicitó a los balto-alemanes que regresaran a su patria al inicio de la II Guerra Mundial. El edificio ha servido hasta 2016 como residencia presidencial.
Al centro de la plaza podemos ver la estatua de Roldán, un legendario personaje medieval y caballero de Carlomagno, el cual se convirtió en símbolo de la lucha de la ciudad por independizarse de la nobleza local.
MUSEO DE LA OCUPACIÓN LETONA
Al igual que en Lituania, en Letonia también se sufrió durante los años de ocupación soviética. Parte de aquello está guardado y documentado en el Museo de la Ocupación Letona, una mole de cemento que tiene documentada toda esta terrible época para los letones.
COMER EN ALGUNA DE LAS TERRAZAS DEL CENTRO HISTÓRICO
Cerca de la Iglesia de San Pedro, hay una gran explanada con bares, cafés y restaurantes. En nuestro caso elegimos uno de comida típica de Letonia, «The Key of Riga» (esto no es ningún tipo de publicidad, solamente contamos nuestra experiencia), donde los camareros van vestidos con la ropa tradicional y en la cual se come fantásticamente.
LOS TRES HERMANOS
«Tres hermanos». Se trata de tres edificios pegados los cuales están construidos en un estilo diferente cada uno. Uno es del siglo XV (construcción residencial más antigua de la ciudad) en el cual hay un relieve de espigas de pan en su fachada. El otro data del siglo XVII con su interior hecho de madera mientras que el verde de la punta es del siglo XVIII.
EL PARLAMENTO DE LETONIA
Un poco más abajo nos hemos encontrado con otro edificio emblemático de la ciudad. Es el Parlamento de Letonia, construido entre 1863 y 1867, el cual también fue cuartel general de las SS durante la II Guerra Mundial y lugar donde se supervisó el asesinato de judíos, gitanos y otros pobres inocentes de Letonia.
LA PUERTA SUECA
La Puerta Sueca es la última que se conserva de las ocho que poseía la ciudad en 1698 durante el dominio sueco. Cuenta la que historia que fue abierta de forma ilegal por un rico comerciante para conseguir acceso directo a su almacén, aunque lo cierto es que probablemente se construyó para el paso de los soldados.
EL PARQUE BASTEJKALNS
Un bonito parque junto al monumento de la libertad. Hoy lugar de relax en la ciudad, pero fue testigo de la lucha por la independencia cuando en 1991 las tropas soviéticas intentaron asaltar las barricadas hechas por la gente en los edificios gubernamentales. En los tiroteos murieron dos periodistas, dos milicianos y un estudiante. Los lugareños cambian las flores que adornan unas placas con sus nombres en un pequeño puente del parque. Por suerte eso pertenece a un tiempo pasado y nosotros sí que nos hemos relajado, sobretodo viendo a Xavi y Àlex correr y jugar por allí.
Con este concurrido parque acaba nuestros «12 cosas que ver y hacer en Riga». Con un par de días se pueden ver bien estos lugares disfrutando de ellos. Riga es una ciudad poco conocida pero que tiene mucho que ofrecer al viajero y que a buen seguro os sorprenderá si os decidís por visitarla.
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